Santo Domingo.- El Ministerio Público en la acusación formal del caso Calamar, señaló que el diputado del Distrito Nacional por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), Sergio “Gory” Moya, pertenecía a un proyecto fraudulento denominado “proyecto o el programa”, implementado por el supuesto entramado de corrupción, el cual consistía en la gestión del cobro sin base legal, mensual, de una suma de dinero en efectivo a los dueños de bancas de loterías, bancas deportivas y a los colmados que tenían máquinas tragamonedas.
El órgano acusador en la acusación señala que el legislador reemplazó a uno de los imputados en el caso, Fernando Crisóstomo Herrera, como el cabecilla de una alegada red.
Precisa que, el proyecto de los cobros ilegales continuó bajo el brazo operativo de Moya, hasta mayo del 2020 cuando se sufría el impacto de pandemia del COVID 19.
«Aproximadamente en agosto del 2018, Fernando Crisóstomo Herrera salió de la estructura del programa o proyecto y fue sustituido por Sergio Moya de la Cruz (a) Gory, quien estuvo hasta que finalizó el cobro ilegal de parte de la estructura no gubernamental en la Dirección de Casino y Juego de Azar, en mayo del 2020», explica el MP.
El órgano precisa que estas maniobras fraudulentas se realizaron a través de la Dirección de Casino y Juegos de Azar del Ministerio de Hacienda y contaban con el aval del exfuncionario, Donald Guerrero.
«El dinero obtenido de este cobro fraudulento no entraba a las arcas del Estado dominicano, sino que iba a parar directamente a la estructura de corrupción liderada por acusado Ángel Donald Guerrero Ortiz«, establece el documento.