Empacadores: Jóvenes que dependen de las propinas para suplir sus necesidades

ECONOMÍA

En República Dominicana se les conoce con el nombre de “empacadores”, que son en su mayoría jóvenes que prestan un servicio, sin disfrute de sueldo, por lo que dependen de la “gracia” de otros para poder costear sus necesidades.

Para Derwin Alberto González, un joven de 22 años y estudiante de contabilidad en la Universidad Dominicana Organización y Métodos (O&M), introducir los productos que las personas compran en las tiendas en fundas se convirtió en su primer trabajo, en el que lleva ya dos. meses y le restan solo 15 días, pues este tipo de trabajo también está sujeto a un tiempo determinado.

“Esta labor es por temporada, a ti te contratan por dos meses y quince días y luego tú tienes que durar tres meses fuera del trabajo para poder entrar de nuevo”, manifestó González.

Señaló que esto ha sido lo más difícil de este tipo de “trabajo”, ya que el tiempo que tienen que esperar es mayor que el que duran en el servicio, por lo que los ahorros que generan en ese período se les va resolviendo compromisos familiares. , pago de estudios y los aportes en la casa. Para estos jóvenes los días se definen en buenos y malos, dependiendo del nivel de propina que reciben; en un día malo llegan a su casa con RD$850, mientras que RD$1500 pesos hacen que sus jornadas sean catalogadas como buenas.

Sin embargo, no importa si los días sean buenos o malos todos llevan consigo la desventaja de que si en ellos sufren algún accidente la empresa no se responsabiliza por eso, pues no tienen seguro, haciendo responsables de su propio bienestar durante la jornada laboral, la cual está dividido en dos horarios uno matutino de 6 a 4 de la tarde y otro vespertino de 4 a 12 de la noche.

INFORMALIDAD

“Nadie tiene que ver con nosotros, si alguien nos choca es culpa de nosotros, si tú no vienes a trabajar no ganas dinero, si te enfermas y duras mucho tiempo tampoco ganas dinero”, afirmó González.

Lo que los motiva a desempeñar esta labor, según los jóvenes, es que ven en ella la manera de obtener mayor cantidad de efectivo en comparación con personas que tienen un sueldo fijo , ya que en una quincena pueden generar hasta RD$20,000 los cuales se convierten en un alivio para el pago de la universidad y el transporte.

Lo que para González se convirtió en una primera oportunidad para Anderson Pérez Martes de 23 años se ha convertido en una especie de rutina en la que lleva ya dos años, pero tiene claro que no quiere dedicarse a esto toda su vida.

“Hoy nada más me están dando 15 y 15 pesos ahí adentro”, dijo Pérez con un rostro entristecido al acercarse a los periodistas. Contó que hasta las 10:30 de la mañana de ayer su propina más elevada fue una de RD$200 , los cuales se ganó al subir una compra hasta el piso 13 de un edificio.

Bajo las condiciones en las que se encontraba, se le preguntó si le gustaría recibir un sueldo fijo por empacar, a lo que este respondió que estaría de acuerdo siempre y cuando le permitiera seguir tomando las propinas.

“Si ponen el sueldo y dejan la propina ahí sí, pero si no, no, porque uno tiene responsabilidades y hay que comer diario”, dijo Pérez, quien se traslada diariamente desde Las cañitas, cerca del Capotillo hasta el supermercado donde labora.

Los afirmaron que en las dos tandas alrededor de 70 compañeros prestan sus servicios en un solo supermercado de jóvenes, indicando esto la gran cantidad de jóvenes que optan por este tipo de tareas, a falta de mayores oportunidades e ingresos.

PASOS PARA SER UN EMPACADOR

Algunos de los pasos para solicitar empacar en un supermercado son: llenar un formulario en línea, a través de la página web de la tienda, en el que deben colocar sus datos personales, el lugar donde quisieran trabajar, el horario y luego recibir una llamada donde le indican que deben depositar una serie de documentos entre ellos un papel de buena conducta.

Además, no se permite repetir como empacador en un mismo supermercado durante dos temporadas seguidas.

OPCIÓN DE PRIMER EMPLEO

A falta de experiencia laboral, una vez han culminado la secundaria, los jóvenes indicaron que ven en este trabajo una manera en la que pueden adquirir disciplina al tener la responsabilidad de cumplir un horario y una especie de remuneración económica a través de las propinas.