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Quito. – El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, aseguró que el Gobierno ha recuperado el control de la Cárcel Regional de Guayaquil, donde este miércoles se suscitó un nuevo motín por parte de los presos, que durante unas horas se apoderaron de la prisión y protagonizaron disturbios.
En su mensaje publicado en redes sociales, Noboa no detalló si existen víctimas durante las operaciones efectuadas por las fuerzas estatales para retomar el control de la Regional de Guayaquil, denominada oficialmente como Centro de Rehabilitación Social Guayas Número 4.
«Agradezco la valentía del bloque de seguridad que, en un operativo profesional, urgente y de gran escala desplegado por las fuerzas del orden, neutralizaron la revuelta antes de una posible escalada», señaló Noboa en un mensaje.
El gobernante afirmó que «esto es un hecho sin precedentes en el país», donde las bandas criminales que controlaban hasta hace pocas semanas de estos recintos protagonizaron una serie de masacres carcelarias donde desde 2020 fueron asesinados más de 500 reos.
«No podemos volver al viejo Ecuador. Nuestro compromiso es entregar los mecanismos democráticos necesarios para restablecer la paz y garantizar la continuidad de esta lucha», concluyó Noboa.
Este nuevo motín ocurre a menos de dos semanas de que concluya el estado de excepción por «conflicto armado interno» declarado por Noboa contra las bandas del crimen organizado, a las que ha pasado a considerar como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales.
El estado de excepción conllevó el despliegue de militares en las cárceles con el objetivo de arrebatar el control de las prisiones a las bandas criminales.
Los hechos de este miércoles en la Cárcel Regional de Guayaquil comenzaron ya entrada la noche, en unos disturbios donde se escucharon detonaciones desde el interior de la prisión, así como fuegos provocados por los reclusos con la quema de colchones, según varios videos difundidos en redes sociales.
Aparentemente los presos protestaban por el trato de los militares durante la presencia de las Fuerzas Armadas dentro de la prisión.
Durante la militarización de las cárceles, varias organizaciones han denunciado violaciones de derechos humanos por parte de las Fuerzas Armadas, una acusación que el estamento militar ha rechazado siempre de plano al aducir que su actuación se apega a la legalidad y a los derechos humanos.
La Cárcel Regional de Guayaquil ha sido una de las más intervenidas por la Policía y las Fuerzas Armadas durante el estado de excepción, con recurrentes operativos para requisar armamento y objetivos prohibidos a la población penitenciaria.
De esta prisión se escapó entre finales de diciembre e inicios de enero el narcotraficante José Adolfo Macías Villamar (‘Fito’), líder de la banda criminal Los Choneros, que cumplía una pena de 34 años de cárcel por narcotráfico, asociación ilícita y homicidio.
Hasta antes del inicio del estado de excepción Los Choneros, la banda criminal más grande y antigua de Ecuador, tenían el control sobre el interior del recinto carcelario, donde cobraban cupos a los presos por el tipo de celda que usaban y también por la alimentación, entre otros elementos de un amplio entramado de extorsión, según testigos.
Este recinto penitenciario forma parte del complejo carcelario de la provincia costera de Guayas, cuya capital es Guayaquil, donde existen cinco cárceles en las que están recluidas unas 12.000 personas aproximadamente.
La Regional, denominada oficialmente por Centro de Rehabilitación Social Guayas Número 4, es la segunda cárcel más grande de Ecuador con unos 4.500 reos en su interior, sólo superada por la adyacente Penitenciaría del Litoral, que tiene en su interior a unos 5.500 reclusos.
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