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San José, EFE.- Los periodistas nicaragüenses están abandonando la profesión gradualmente por la “represión” que ejerce el Gobierno que preside Daniel Ortega y por problemas financieros, alertó este miércoles la Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia (FLED), con sede en Costa Rica.
En un informe trimestral titulado ‘Represión y problemas financieros forjan el camino hacia el abandono de la práctica periodística en Nicaragua’, la FLED dijo que han logrado comprobar que periodistas han abandonado la profesión desde abril de 2018, y en la actualidad se dedican a otras labores económicas para obtener el sustento de sus familias.
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Al menos 36 profesionales de la comunicación (16 mujeres) dejaron de ejercer periodismo en el primer trimestre de este año, y se han dedicado a otras actividades económicas, según esa ONG.
Los motivos por los que esos periodistas dejaron la práctica se deben a la pérdida de publicidad, incremento de costos de programas de radio, emisoras fuera del aire, y la intimidación a periodistas.
Bajos salarios produce éxodo de talento
Asimismo, la FLED expresó su “preocupación por las grandes dificultades que atraviesan los periodistas que se encuentran en el exilio; quienes enfrentan grandes retos para retomar el ejercicio periodístico”.
Mencionó la limitación de apostillar sus títulos profesionales en Nicaragua, o bien que se les impide la extensión o renovación de sus pasaportes.
Además, los trámites migratorios en el caso de Costa Rica, donde residen al menos el 50 % de los periodistas que se encuentran en el exilio, “son burocráticos”, de acuerdo con el informe.
Según el informe, en el contexto de hostilidad en el que está sumergida la profesión, la precarización de los salarios agrava aún más la situación de los periodistas.
La falta de estabilidad laboral y la insuficiencia de ingresos económicos han llevado a muchos profesionales a abandonar este trabajo, y dedicarse a otras actividades económicas o emprendimientos que les brinden una mayor seguridad financiera, afirmó esa ONG.
“Lo anterior podría denominarse como un éxodo de talento y experiencia que no solo empobrece el panorama periodístico del país, sino que también limita la diversidad de voces y perspectivas en los medios de comunicación independientes”, alertó.
Para quienes se han visto obligados a vivir en el exilio, la precarización de los salarios representa un desafío aún mayor, ya que enfrentan la difícil tarea de reconstruir sus vidas en un entorno desconocido con muchas restricciones y requerimientos específicos que no siempre alcanzan a cumplir, agregó.
Los medios de comunicación como empresas periodísticas también han vivido situaciones adversas, tales como cierres, confiscaciones, acoso fiscal por parte de instituciones como la Dirección General de Ingresos (DGI), alcaldías, Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), entre otras, de acuerdo con el informe.
En riesgo el relevo generacional
En el informe, ese organismo también advirtió que el relevo generacional en el periodismo nicaragüense se encuentra amenazado por el temor que existe sobre el ejercicio de la profesión y la falta de escuelas de periodismo certificadas y de calidad.
“Desde FLED avizoramos con mucha preocupación que, de seguir el contexto actual, en los próximos tres años habrá una crisis o ausencia de personal calificado en la industria de los medios de comunicación y especialmente en el periodismo, o simplemente prevalecerá el empirismo”, valoró.
Hasta marzo de 2024 alrededor de 251 periodistas, comunicadores, directores y otros trabajadores de medios de comunicación han tenido que salir del país de manera forzada.
Nicaragua atraviesa una crisis que se acentuó tras las elecciones de noviembre de 2021, en las que el presidente Daniel Ortega, en el poder desde 2007, fue reelegido para un quinto mandato y cuarto consecutivo, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio.
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