Puerto Rico busca ser centro mundial de surfing tras organizar clasificatorio olímpico

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Arecibo. – Puerto Rico busca ser un centro de competencia mundial de surfing, cuando desde este sábado tres de sus playas alberguen la última competencia clasificatoria del deporte que concederá los 12 puestos finales individuales y dos por equipo para los Juegos Olímpicos de París 2024.

La Margara, El Pico y La Rastrial, en Arecibo, en la costa norte de la isla, serán las tres playas en las que 266 deportistas de 55 países buscarán hasta el 3 de marzo próximo su pase olímpico y destacarse en las olas de la playa de Teahupo’o, en Tahití, sede del surfing en los JJOO de la capital francesa.

El director ejecutivo de la Compañía de Turismo de Puerto Rico, Carlos Mercado, dijo en rueda de prensa que el objetivo de la isla es «repicar» lo que ha podido hacer El Salvador después de organizar los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2023, que posteriormente ha celebrado más eventos internacionales de surfing.

«Eso es lo que queremos repicar. Que esto se convierta en una meca del surfing, tener un inventario completo, tanto en el norte como en el oeste, y obviamente que vean a Puerto Rico con ese tipo de interés para llevar a cabo este evento», indicó.

Algunos de los surfistas más destacados para esta competencia son los estadounidenses Griffin Colapinto y Caroline Marks, actuales campeones de sus respectivas ramas de la Liga Mundial de Surfing.

Mientras, el presidente de la Asociación Internacional de Surfing, Fernando Aguerre, mencionó que algunas de las particularidades que debe tener un país para ser sede de un evento tan importante son un comité organizador sólido, la habilidad de que haya olas, comida y seguridad.

Para esta edición, el comité organizador es dirigido por Richard Carrión, quien en un momento presidió el Comité de Finanzas del Comité Olímpico Internacional.

«Las olas se repiten como las tormentas y huracanes, tienen su ciclo, y en esta época en el Caribe hay muy buenas olas», resaltó.

Por ello, destacó que la calidad de las olas en Puerto Rico, donde en los años 1968 y 1988 organizó el Mundial de Surfing, es «única».

«Ustedes tienen una mina, pero en la mina hay que meterse y romper. Pero la ola nunca se acaba. Lo único que pueden hacer mal es no cuidar la calidad de agua, ni la calidad de vida», reflexionó.

Por su parte, Havana Cabrero, una de las surfistas de Puerto Rico e hija del surfista profesional Carlos Cabrero, dijo sentirse «súper orgullosa» de que el clasificatorio olímpico se celebre en su tierra por la exposición que tendrá la isla a nivel mundial.

«He venido a surf toda mi vida con mi papá. Me quedo sin palabras por este evento. Tenemos muchas canchas para surfear y el que las estén usando para algo tan importante como este, es muy grande para nosotros, pero no solo para los surfers, sino para la isla, porque puede ayudar al turismo», abundó.

Aceptó, no obstante, admitió sentir «presión» por competir ante sus familiares y amigos «que te han apoyado toda tu vida» y por «ser del barrio», aunque reconoció que se «debe sentir más cómodo por sentirte en casa».

Cabrero participó también en el desfile de las delegaciones y en las que uno de sus competidores cargaba un pequeño envase con arena de su nación para entonces echarlas todas en un recipiente más grande para así arrancar oficialmente la competencia.



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