¿Una reforma que aporte RD$18,000 millones al PIB?

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El decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UASD, Antonio Ciriaco Cruz, afirmó que, para eliminar la pobreza absoluta en República Dominicana con una reforma fiscal, se deberá buscar RD$18,000 millones.

El economista dice que las declaraciones del presidente de la República Dominicana acerca de que la reforma que se necesita es para reducir la pobreza absoluta, debe ser parte de los objetivos de una reforma fiscal integral.

En el país hay alrededor de 2.3 millones de personas en condiciones de pobreza absoluta y una línea de pobreza de RD$7,645.3 por persona (ajustable por inflación), partiendo de la definición de pobreza absoluta es aquella situación en la que una persona no tiene cubiertas las necesidades básicas para poder vivir.

Eso significa que todo aquel que está por debajo de ese monto es pobre, por lo que cualquier Reforma Fiscal que se presente tiene que tener como objetivo mejorar las condiciones de vida de esos pobres, en opinión del profesional de la economía. Esta inversión es de 0.25% del PIB, equivalente a RD$18,000 millones.

Es importante que esa inversión sería gradual para los próximos años, explicó.

Ministro de Economía dice reformas son necesarias

El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Pável Isa Contreras, afirmó que: “Estamos obligados a enfrentar, con optimismo y con determinación, los desafíos de las reformas estructurales pendientes, para lograr un Estado más capaz, una economía más productiva y una sociedad más inclusiva”.

Planteó que el objetivo de la reforma es dotar de capacidad al Estado para financiar servicios e infraestructura esencial y garantizar la sostenibilidad fiscal y macroeconómica.

El ministro Isa Contreras disertó con el tema “República Dominicana: Perspectivas económicas y reformas estructurales” en un conversatorio, organizado por la Unión Nacional de Empresarios (UNE), donde citó la reforma fiscal, de la seguridad social y del sector agua, así como la transformación en el sector eléctrico.

El ministro Isa Contreras citó que, por el lado de los ingresos, la reforma tendrá que estar orientada a la equidad, eficiencia y eficacia.

Mientras que, por el gasto, deberá tener eficiencia (producción pública producida con la mayor calidad posible al costo más razonable posible), eficacia (producción pública con resultados deseables en la calidad de vida de la gente), equidad (producción pública que beneficia especialmente a la población con más bajos niveles de vida) y sostenibilidad (prudencia considerando necesidades del desarrollo y limitaciones de recursos).

OTRAS REFORMAS

La reforma al sector eléctrico, dijo el ministro, esta deberá contribuir al uso eficiente de energía y a la sostenibilidad fiscal.

En tanto que la reforma a la seguridad social deberá asegurar financiamiento suficiente de los servicios de salud e igualdad de derechos, garantizar pensiones dignas y fortalecer la cohesión social.

El ministro habló de la reforma al sector agua y aseguró que el país ha vuelta a la normalidad con alto crecimiento y baja inflación, por lo que se encuentra en un contexto favorable.

Al respecto el presidente de la Unión Nacional de Empresarios (UNE), Leonel Castellanos Duarte, dijo que la reforma no solo debe abarcar los ingresos, sino acciones que promuevan el equilibrio de las finanzas públicas, impulsen la iniciativa privada y atraigan mayor inversión foránea.

SEPA MÁS

¿SERÁ NECESARIA?

Para la economista Ellen Pérez Ducy, la reforma fiscal que necesita el país es de la gerencia del Estado y de los salarios.

“En lugar de incrementar los gravámenes a la producción, costo que se traspasa a la inflación y desincentiva la formalidad, sería preferible contribuir a la reducción de la pobreza mediante la generación de empleos fortaleciendo el aparato productivo privado y proveyendo servicios públicos de calidad como apoyo”, dice.

En un artículo titulado: ¿Hace falta una reforma fiscal?, Pérez Ducy indica que vasta de ingenierías financieras, aumentos ineficientes de tasas y otros sofismas.

“Lo que necesitamos es una verdadera estrategia de desarrollo económico integrada a una reforma cualitativa de los servicios del Estado que no mida nuestra presión tributaria, sino nuestra competitividad como determinante de nuestra posición internacional”, agrega.